Báilalo.
Báilalo todo.
Jamás dejes de bailar.
Por mucho que no escuches la música.
O que te duelan los pies.
Tú baila lo que te echen.
Que a veces te sonará a tango.
A bolero. A milonga. O a yo qué sé.
Pero tú baila.
Baila a la luz de la luna.
Baila con la más fea.
Baila aunque te pisen cada paso que des.
Que el día menos pensado dejará de sonar la música.
Y ese día que te quiten lo bailao.
Será el momento de acudir…
…al rincón de pensar.